El sector de la extracción de ostras normalmente utiliza técnicas tradicionales y labor intensivo. Por eso, Oysterworld, que se posiciona como una de las empresas más innovativas del sector en Portugal, quiere utilizar nuevos métodos tecnológicos que no sólo van a asegurar su competitividad en un mercado creciente, sino también garantizar mejores condiciones laborales y un producto mejor.

Este proyecto tiene un impacto social y ambiento muy positivo, contribuyendo a:

• Producción y consumo sostenible: El cultivo de ostras tiene un impacto positivo en el medio ambiente marino, porque mejora la calidad del agua al actuar como un filtro (una sola ostra puede filtrar 55 litros en promedio por día), reduce la necesidad para la pesca extractiva y no interfiere con los recursos naturales.
• Igualdad de género: el sector de la pesca está ocupado principalmente por hombres porque hay un bajo nivel de mecanización y automación. Este proyecto abre las puertas a las mujeres. De hecho, el 50% de los empleados de Oysterworld son mujeres.
• Mejores condiciones laborales: las tares requeridas para la producción de ostras son físicamente difíciles, pueden conducir a lesiones, quemaduras de piel, otras heridas o el agotamiento físico. Las mejoras de esta técnica reducirán el agotamiento físico de los empleados, aumentando su productividad. Además, la empresa paga salarios superiores al promedio del sector.
• Sostenibilidad de la comunidad: las personas en las comunidades circundantes principalmente tienen trabajos temporales, en el sector de la agricultura. La cría de ostras va a proporcionar un trabajo estable.

“Es un proyecto único que combina un impacto ambiental positivo con el crecimiento de una industria de alto valor añadido, con una potencial para exportar y crear trabajos para las comunidades locales,” explica Nuno Brito Jorge, el CEO de Goparity.