Como plataforma de crowdlending, unimos entidades (empresas, asociaciones, instituciones privadas de solidaridad social) que necesitan financiamiento (prestatario) con personas o entidades que quieren financiar un determinado proyecto (prestamistas).
Invertir en este tipo de productos conlleva ciertos riesgos, entre los que destacan:
Riesgo de crédito: cuando el promotor no cumple con los pagos a los inversores;
Riesgo operativo: cuando el proyecto falla por razones técnicas;
Riesgo de mercado o del sector: cuando hay cambios económicos que afectan el desarrollo del proyecto.
Con el objetivo de minimizar los riesgos de crédito y operacionales, antes de lanzar cualquier proyecto a la plataforma, nuestro equipo sigue un riguroso protocolo de análisis de riesgo de cada proyecto, con base en tres pasos: criterios de admisión del proyecto, modelo estadístico de crédito y evaluación técnica del proyecto. Conozca más sobre nuestro modelo de riesgo aquí.
Además, implementamos medidas adicionales de mitigación, que se activan si el promotor no cumple con sus obligaciones. Estas pueden incluir:
Prenda sobre el equipo: si hay impago, el equipo instalado puede ser recuperado y vendido para compensar a los inversores.
Fianza personal o societaria: el pago queda garantizado por un socio o una empresa vinculada.
Co-financiamiento externo o fondos no reembolsables: una parte del proyecto puede estar cubierta por terceros, lo que disminuye el riesgo para los inversores.
Es importante tener en cuenta que invertir en un proyecto significa prestar dinero a una entidad, lo cual implica un riesgo que puede derivar en la pérdida parcial o total del capital invertido.